domingo, 16 de noviembre de 2008

De Gira

Llegué antes que el resto de los sospechosos usuales a la reunión; ciertamente un poco después de la hora fijada, pero lo tomo como uno de los tantos pequeños sobreentendidos entre nosotros. Las actividades del día fueron establecidas con un par de semanas de anticipación: pollo asado y Rock Band.

Conforme terminábamos de degustar las excelentes viandas, nos incorporábamos a la tarea que nos llevó a ese lugar. Solo quedaba un reto sin completar en el juego original antes de poder transitar con la conciencia tranquila hacia la más reciente entrega de esta serie: Endless Setlist. La presentación que requiere la “interpretación” de 58 melodías de manera continua y sin interrupciones. Contábamos con dos bateristas, siete guitarristas/bajistas, y vocalistas a granel. Estábamos preparados.

Por supuesto, todo inició de manera bastante inocente. In Bloom, Epic, The Reaper, Learn to Fly, Sabotage… Antes de completar las primeras diez canciones, sin embargo, el baterista sale en camilla debido a un calambre. Mala señal. Siguieron Black Hole Sun, Maps, Vasoline, When You Were Young, Suffragette City, y Sandman entre muchas otras. Faltando alrededor de cinco canciones para completar el reto, una conocida falla en el pedal se hace presente y los roadies se hacen cargo. Tras la magia de la chicanada, nos dicen que probablemente resista el resto del concierto pero que se requiere de uno nuevo. Run to the Hills, Wanted Dead Or Alive, Reptilia, Tom Sawyer y Won’t Get Fooled Again. Está hecho.

Nuestro concierto duró poco más de cuatro horas y requirió de varios cambios de músicos. Prueba superada. ¿Qué hacemos tras haber pasado este juego? Lógicamente, jugar Rock Band 2. Se programa un setlist de dos canciones. Alguien más inicia y me cede la segunda pieza. ¡Master Exploder!

Animado Recordatorio

Anime Films, el ciclo de animación japonesa que se presenta en el Foro Experimental del Centro Estatal de las Artes, proyectará la película Sword of the Stranger el próximo sábado 22 de Noviembre. Recuerden que la cita es a las 13:00 horas y la entrada es libre.


Una Despedida

A la edad de 66 años falleció, abatido por el cáncer, el escritor, director y guionista Michael Crichton – hecho ocurrido el pasado 04 de Noviembre en la ciudad de Los Angeles, California.

Además de haber escrito más de veinticinco novelas de ficción – muchas de las cuales fueron llevadas al cine como The Andromeda Strain, Rising Sun, The 13th Warrior y, por supuesto, Jurassic Park – Crichton también creó la serie televisiva ER y dirigió algunas películas – Westworld entre ellas.

Ciertamente nos mantuvo entretenidos. Descanse en paz.

Un Paseo por GeekFest

Escribo estas palabras un día domingo, a poco más de una hora de haber dejado atrás las instalaciones del Centro Interactivo de Ciencia, Arte, Tecnología y Medio Ambiente Sol del Niño, lugar en el cual se llevó a cabo GeekFest 2008.

Todo empezó la fresca y soleada mañana del sábado 08 de Noviembre. Llegué pasados cinco minutos de las 10:00, hora de apertura indicada en Escenario, y ya se veía un buen número de personas frente a las taquillas. Dado que había adquirido mi pase con anterioridad, me dirigí directamente a la entrada donde una señorita amablemente me informó que el evento todavía no se abría al público.


Frustrado en mi intento por ingresar rápidamente al recinto temporal de frikeces extraterrenas, volví mi mirada hacia los demás presentes entre quienes me encontré con algunos amigos de los cuales no me percaté en primera instancia. Tras los cordiales saludos, surgieron las charlas de temas varios que hicieron más agradables los 40 minutos de espera infligidos. Al parecer, expositores y miembros del staff realizaban ajustes que les fue imposible ejecutar la noche anterior. Eso es algo que puedo comprender – sé por experiencia que las horas de cierre en instituciones públicas son un asunto serio.

Pero el tiempo pasó rápidamente y me encontré entre la primera ola de “asistentes” – los elegidos, los primordiales… los que se levantaron temprano. Conforme recorría el circuito, y a falta de señalamientos, trataba de identificar las diferentes zonas de las instalaciones y su posible destino dentro del contexto del evento. Explanada con desnivel, mesa larga al centro: cosplay. Espacio pequeño, cerrado, con guitarras y teclados: taller de música. Espacio amplio, rebosando con consolas y computadoras en red: videojuegos. Si ya sé, Sherlock Holmes me queda corto.

Si de cine se trata…

Un poco más tarde, decidí que era hora de sumergirme en las actividades del festival y con eso en mente me dirigí a la sala IMAX. No vi a persona alguna que me pudiera indicar el horario de las funciones, así que decidí colarme a la sala con el fin de ver lo que se proyectaba. En la oscuridad me encontré con Akira, una excelente película que no había visto en años a pesar de haberla adquirido el siglo pasado, en la época en que el VHS dominaba el planeta. Así que me arrellané en una butaca y me dispuse a disfrutar la función. Todo iba perfecto hasta que el filme alcanzó el 88% de su duración y el ordenador que lo reproducía pareció sufrir algún tipo de ataque de ansiedad que lo paralizó. Esto fue resuelto saltando la escena problemática, que era la parte en la que Akira se “lleva” a Tatsuo. Tal vez esa escena contiene demasiado poder – aún para una megapantalla IMAX.


Por otro lado, una situación en el Domo Digital el día domingo me desalentó un poco. Después de charlar con un grupo de creadores (en su mayoría) locales acerca de su animación Star Wars: The Lost Faith y otros proyectos, decidí que tenía que ver dicha animación. Pregunté en el Domo Digital, y me enviaron a IMAX; en esa sala, le preguntaron al proyeccionista que dijo que no estaba contemplada. De vuelta en el Domo Digital me indicaron que a las 14:00 horas; fui a esa hora y me dijeron que se había recorrido hasta las 16:00 horas. Regresé a esa hora y me indicaron que en una hora más. A las 17:00 horas me indicaron que la animación en cuestión se encontraba en otra computadora portátil y que no la proyectarían. Supongo tendré que verla en línea.

Existió amplitud de temas y estilos entre los títulos a proyectar, pero las proyecciones tuvieron una concurrencia más bien ligera; una guía horaria hubiera sido de mucha utilidad. Creo que esta área mejoró respecto del año pasado.

Electroentretenimiento…

El área dedicada a los videojuegos resultó ser amplia y un poco más obscura que el resto de las instalaciones, muy al estilo de las arcadias de antaño. Desde mi punto de vista, recibió un flujo constante aún cuando la concurrencia se inclinara hacia uno u otro juego específico.


Hasta donde yo pude ver, el equipo de Insomnia mantuvo esos juegos en red corriendo sin interrupción. La estadía permanente de Starcraft en los ordenadores señala que ha resistido la prueba del tiempo con mucha gracia. Pero después de un fallido intento de revivir las glorias pasadas y ser vencido por Chun Li en Street Fighter 2 para Super Nintendo, decidí pasar a modo de observación.


Esta área tuvo, en mi opinión, una marcada mejora respecto del año pasado. Bien por eso.

La cuestión musical…

En la humilde opinión de una persona que no posee el privilegio de un oído educado, las bandas invitadas sonaron muy bien. Magog fue la banda abridora y rápidamente puso orden con canciones como Bruja, Salida y La Silla. Siguió Desert Lullaby, que interpretó sus covers de música j-rock como My World Goes Down, Storywriters y algunos instrumentales de series de anime como Naruto y Full Metal Alchemist. El último grupo que escuché fue Doppler, y confieso que aproveché el marco proporcionado por los acordes de su Sonata en Rojo para emprender la retirada – ya me pesa la edad. Al parecer siguieron todavía un par de grupos que no tuve la suerte de escuchar, pero me comentaron que Rubber Monsters canceló su presentación en el festival por algún asunto de transportación. Yo creo que nadie les hizo saber que ya no hace calor en la ciudad.


El domingo a las 19:00 horas inició su interpretación The Depreciation Guild. Este grupo, originario de Brooklyn, NY, usa entre sus implementos musicales el sintetizador de sonido de un Famicom – la versión japonesa del Nintendo Entertainment System – lo que le da a sus melodías un aire nostálgico en ocho bits que resultó agradable a mis oídos. Confieso que me sentí decepcionado al saber que Minibosses no acudiría al festival como se indico inicialmente, pero creo que este grupo probará ser una buena adición a mi colección discográfica.


Mi personal indicador de que este espacio mejoró respecto del año pasado, fue que me interesó. Sin embargo, tal vez concentrarse en menos bandas sea lo mejor.

El ojo del contemplador…

En varias áreas de las instalaciones se podían observar exhibiciones de dibujo y pintura. La muestra más numerosa residía en la recepción de la sala IMAX, pero otra más pequeña se encontraba cerca de una de las salidas del museo.


Al igual que mi oído musical, mi sentido de lo artístico deja mucho que desear, pero hasta yo pude notar que la gama en estilos y técnicas de las obras presentadas era muy amplia – apropiado para los muy diversos gustos de entre los asistentes.


Hablando y haciendo…

Durante mis rondas exploratorias me topé, casi por accidente, con esquinas no euclidianas que contenían algunos talleres. El taller de moldeado en plastilina fue bastante concurrido; un poco más que el de dibujo de comic/manga y el de pintura. Por otro lado, me consta que los instructores del taller de música se mantuvieron al pie del cañón a pesar de que su localización y falta de señalamientos hicieron mella significativa en su asistencia.


Acerca de las conferencias, confieso no haberlas encontrado; no estoy seguro siquiera de su existencia. Lo más probable es que no fui lo suficientemente VIP para ser invitado a ellas.


En general, me parece que estas áreas se mantuvieron a la par respecto del año pasado.


Los “otros” juegos…

El área de juegos de mesa abrió el día sábado con un torneo de Yu-Gi-Oh! en el mezanine del museo y contó con una buena asistencia. El domingo hubo otro, pero tal vez no fue difundido lo suficiente ya que no fue tan nutrido como el anterior. Ese día también se llevó a cabo un pequeño torneo de Magic: The Gathering al que asistieron la mayoría de los sospechosos usuales.


Tristemente, la presencia de solamente estos dos juegos – aunado a unas cuantas partidas de ajedrez que me tocó ver – constituyó una marcada diferencia respecto de lo prometido inicialmente. Ni una partidita de Zombies!!! se armó… En mi opinión esta área sufrió un ligero retroceso, y espero que la situación mejore para el próximo año.


De disfraz en disfraz…

Siendo francos, me considero un analfabeta funcional en lo que a cosplay se refiere. Creo que disfruto de este pasatiempo de la manera más superficial posible: como espectador. Lo anterior, sin embargo, no impide que algún raro chispazo de lucidez me permita apreciar las dificultades técnicas que un diseño especialmente elaborado implica – o las sutilezas que una buena presentación conlleva.

Pero como tales chispazos no están disponibles a voluntad, me da gusto cuando mi subjetiva preferencia atina al equipo o individuo que resulta ganador, aún cuando no sea por una mejor razón que la de decir “ese era mi gallo”. Esto último fue lo que ocurrió en el concurso individual de cosplay y lo que casi ocurre en la categoría grupal – ahí mi gallo quedó en tercer lugar. Por otro lado, en el concurso Cosplay Express no estuve ni cerca, pero al parecer esta novedosa actividad tuvo un buen recibimiento inicial; espero que la diversión haya estado a la orden del día. Felicitaciones a todos los ganadores.


Aún cuando no entiendo completamente la fascinación por las “estrellas” de este mundillo, no puedo dejar de notar que parecen ejercer una benéfica influencia sobre los participantes que, ante la perspectiva de ser juzgados por alguien que ya ha “ascendido al siguiente nivel”, se dedican con más ahínco a las tareas propias de su participación. Dicho lo anterior, y hasta donde mi entendimiento alcanza, me pareció que los invitados especiales de cosplay se desenvolvieron de manera profesional ante su público.

En general me parece que el área de cosplay mejoró respecto del año pasado. Lo que visto de cierto ángulo, representa un problema en sí mismo - ¿cómo superarlo el próximo año? Pero, para variar, este problema no es realmente tan malo.

Concluyendo…

Supongo que todos pensamos que nuestras observaciones resaltan la naturaleza de un problema de forma tan efectiva que no tomarlas en cuenta sería un acto tan aborrecible que indudablemente llevaría al mundo hacia un final oscuro y desolado – o tal vez sea solo mi persona intentando proyectar un credo personal. Pero sea cual fuere la verdad, haré mi parte para evitar tan ignominioso destino.

> Creo que la principal omisión fue la inexistencia de un programa de actividades / mapa de instalaciones impreso que fuera entregado a todos los asistentes. ¿De qué sirve tener muchas y variadas actividades si no puedes encontrarlas y/o no sabes a que hora se realizarán? A falta de lo anterior, una señalización efectiva hubiera sido suficiente, pero esto también fue una quimera.

> > Una posible solución podría haber sido emplear parte del espacio que Escenario dedicó al festival para publicar el programa / mapa de esa manera y que, tal como se hizo, el suplemento fuera repartido entre los asistentes en la entrada de las instalaciones.

> Considero que la presencia web del festival fue deficiente. El sitio oficial debió haber sido la fuente principal de información actualizada para los potenciales asistentes.

> > Una posible solución es designar a una persona responsable exclusivamente de mantener la información al día en su sitio.

> Pienso también que la búsqueda del ¡impacto! llevó a exagerar en cierta medida las cualidades del evento, solo para tener que ser disminuidas al hacerle frente a la realidad.

> > Tratar de mantener un control más firme sobre las expectativas. Prometer poco y cumplir un poco más de lo prometido.

En general, me da la impresión de que les faltó tiempo. Si este es el caso, habrá que encontrar alguna manera de administrarlo más efectivamente.

De vuelta a la realidad

Creo que GeekFest 2008 arrojó un saldo general positivo en lo que a mejoras respecto del año pasado se refiere. Creo que los problemas señalados son de mediana importancia, y el que nos enfoquemos en ellos es indicador de que los grandes problemas fueron evitados del todo o resueltos con éxito.

Felicitaciones a todos los miembros del staff por un buen trabajo y les deseo muchas horas de relajador sueño continuo. Felicitaciones también al personal y directivos del Sol del Niño por haberse mostrado flexibles ante las cambiantes condiciones del evento.

Yo inicio mi regreso a casa, teniendo como trasfondo los acordes de una canción de cumpleaños para Pikmin Link y las risas y gritos liberadores de estrés emitidos por los miembros del staff. Disfruten su fiesta responsablemente – recuerden que los esperamos el próximo año.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Anemona Anonima

Hola si que fue larga la gira, pero imagino que estuvieron muy entretenidos =P ; y en el geek es verdad los juegos de mesa no fueron lo del año pasado cuando menos :(


saludos y estuvo padre tu articulo :)

Pável Ojeda dijo...

Si, Rock Band es divertido. Espero que mejoren el área de juegos de mesa el próximo año, pero no creo que eso pase. ¡Gracias por la visita!